Una voluntad de hierro, un corazón de piedra, una inteligencia tan aguda como un cuchillo y una sabiduría tan profunda como el olvido. Todas ellas armas divinas para combatir el Mal y la herejía.
Eymerich ha sido llamado para que investigue un caso siniestro, algo que va más allá de la herejía y que revela una nueva cara del mal. Deberá enfrentarse a un gran número de tareas difíciles y tomar decisiones dolorosas. Le esperan criaturas horribles pero con su ardiente determinación vencerá una Plaga más mortífera que en su peor pesadilla.