Bienvenido al Submundo—una tierra de monstruos y mutantes que comen humanos para el almuerzo.
Uno de esos monstruos—un enorme ogro llamado Roy—no tiene interés en comer humanos. Pero un día, él y su mejor amigo Golan se encuentran con una niñita perdida llamada Meg y descubren algo en verdad terrible: el momento en que ella empieza a llorar, una sombra carmesí cubre el cielo y la tierra misma empieza a temblar.
Así es: las lágrimas de esta pequeña niña tienen el poder de traer con ellas el apocalipsis—y la única manera de detenerlo es que ellos le ayuden a encontrar a su madre para que puedan volver sanas y salvas a casa.
El Monstruo de Meg es un breve JRPG enfocado en la historia con un gran giro sorpresa. Los jugadores controlan a Roy, quien comienza el juego con 99,999 de HP y es virtualmente intocable—pero la verdadera preocupación es mantener a salvo a Meg, porque si ella empieza a llorar, es el fin del juego para todos. Los jugadores tendrán que dominar las mecánicas únicas y los minijuegos incluidos en cada batalla, a la vez que protegen a Meg usando sus juguetes favoritos para mantenerla calmada y tranquila.
A lo largo de su viaje juntos, Roy y Meg encontrarán un acervo de personajes coloridos y diferentes, todos interpretados con cariño en la estética vibrante de pixeles característica de Odencat, que hace que incluso los monstruos más temibles se vean lindos. Hay intriga y drama de sobra por encontrar aquí—e incluso los enemigos previamente derrotados pueden volverse amigos a través de sub-eventos opcionales.
Lo que comienza como una historia relativamente simple y conmovedora sobre una improbable amistad termina expandiéndose en algo mucho mayor, conforme Roy y Meg lentamente comienzan a desenredar los misterios alrededor del Submundo y de ellos mismos. El resultado es un viaje emocional que, como cualquier buen libro de historias, permanecerá en tu corazón por años venideros.